Félix Tissot



Félix Tissot, nació en Francia en Marcella en 1909. Era director de arte en cine en los años 30 y 40 del siglo pasado, donde aprendió a hacer cerámica, él confeccionó una obra propia en su rancho de Sierra Leona, California, donde cultivaba, entrenaba caballos y criaba pavos y gallinas.

Tissot decidió venir a México en 1956, a pesar de que su cerámica y su mobiliario se vendían muy bien en tiendas departamentales como Wongs y Bullocks y en el catálogo del Buen diseño hecho en California.

Su destino era Acapulco, pero se topó en Taxco con una comunidad creativa, donde encontró su verdadera inspiración en un ambiente de diseñadores de joyería, moda y cerámica, donde convivieron y generaron proyectos colaborativos e individuales en pleno bullicio. Ahí se asoció con Antonio Castillo y arrancó Cerámica de Taxco.

Trabajó formas modernas y las repartía a los artesanos, éstos las pintaban y él las terminaba en su taller. Se convirtió en un best-seller, sus piezas se vendían en la Zona Rosa, en el Palacio de Hierro, y exportaba vajillas completas.

A él le importaba mucho que pudieras encontrar cosas con un look primitivo, pero que fueran muy útiles para un hogar moderno.

Trabajó con las comunidades de Ameyaltepec, en la sierra de Guerrero, que pintaban su cerámica.

En su trabajo había una mezcla entre la tradición y el espíritu moderno.
Del 13 de noviembre de 2019 al 16 de febrero 2020, el museo Franz Meyer presentó la exposición “Félix Tissot; Lo eterno y lo moderno", donde buscó rescatar y mostrar el trabajo y trayectoria de uno de los ceramistas más importantes de los años 60 y su trabajo realizado en Taxco en un momento definitorio.




TAXCO, PUEBLO MÁGICO, TE ESPERA

Taxco es para todos los gustos con sus atractivos culturales y naturales como grutas, cascadas, minas, pozas en donde se puede practicar senderismo y otras actividades de aventura y ecoturismo también.